He elegido un fragmento de Historias de Thèramon: El Libro de los Dioses (© Bea Magaña. Todos los derechos reservados) para hacer mi presentación, pues el texto expresa muy bien cómo me siento, y creo que lo entenderás mejor de esta forma que si intento explicártelo de la manera tradicional.
En el principio era el
Vacío, y en la inmensidad de la nada infinita existía una
Conciencia que soñaba sueños de creación. En su vientre se gestaba
una miríada de mundos, y en su mente buscaba un nombre con el que
describir a cada uno de ellos. Porque nada puede existir sin un
nombre que lo identifique y lo distinga del Vacío. Ella lo sabía
bien; no había sido consciente de su propia existencia hasta que su
propio nombre fue creado, y el Vacío lo conoció y la reconoció
como una entidad independiente de él. Aunque nadie había
pronunciado nunca su nombre, porque no había nadie que pudiera
hacerlo. Y su soledad y la necesidad de escuchar el sonido de su
propio nombre la llevaban a desear que existiera algo más.
Pero estaba sola, y no
sabía cómo llevar a cabo sus sueños. Estaba sola, y no podía
pedirle ayuda a nadie. Su deseo era grande, también su
desconocimiento. El Vacío estaba ahí, esperando a ser llenado, pero
no ayudaba ni daba consejos. Imaginaba la existencia de otros como
ella, los buscó en el Vacío, no los encontró. Tardó en comprender
que, si existían, no podía llamarlos, porque no conocía sus
nombres. Trató de imaginárselos, acabó por inventárselos, no se
atrevió a pronunciarlos en voz alta. Se animó a susurrar el suyo, a
modo de presentación, esperó una respuesta, el Vacío guardó
silencio. Se convenció de que estaba sola, lloró, pronunció su
propio nombre en voz alta, se lo repitió muchas veces, para
convencerse de que era real.
Cuando aceptó que lo
era, y que nadie sino ella podría hacer realidad sus sueños,
descubrió su propio poder. Comprendió el significado de su nombre.
Y dio a luz a su creación.
Entonces, los mundos que
se habían estado gestando en su vientre llenaron el Vacío, y eran
tan reales como ella misma, y estaban vivos. Y ella volvió a
pronunciar su nombre en voz alta, para que todos los mundos pudieran
reconocerla. Tiere, la que dio a luz al universo, así se presentó
ante ellos. Y todos los mundos repitieron su nombre, extasiados, y la
llamaron diosa, y la llamaron madre. Y la amaron. Y el amor que Tiere
sentía por todos ellos, sus hijos, la impulsó a seguir creando.
Pues eran muchos los sueños que deseaba hacer realidad.
Así, de paso, te dejo una muestra de lo que hago, aunque te aviso: no sólo escribo Fantasía Épica. Y ése es el otro motivo por el que he decidido abrir este blog, hermano de Historias de Thèramon, pero más general, pues aquí quiero hablarte de todos mis trabajos, que poco o nada tienen que ver con el mundo que quizás ya conozcas y que muchos aman y esperan ver en papel en un futuro próximo.
El tiempo de esperar en las sombras ha concluido. He escrito ocho novelas, y sólo mis amigos más cercanos las han leído, porque hasta hace muy poco ignoraba cómo mostrárselas al mundo. Al igual que Tiere, estaba sola, y no sabía cómo llevar a cabo mis sueños. Pero ahora tengo un puñado de buenos amigos a los que pedir ayuda y consejo, y ellos me han animado a dejar a un lado todas mis dudas y mi timidez, y a dar el primer paso. Bien, pues éste es el primer paso.
Me llamo Bea Magaña, y escribo historias. Fantásticas, Románticas, de Terror... escribo lo que se le antoja a mi Musa, no pienso en lo que se puede vender mejor o en lo que quieren las editoriales, escribo porque crear historias me hace feliz. Porque necesito escribir tanto como respirar. Y no escribo para entretenerte simplemente, sino para hacerte sentir algo. Dicen que lo consigo. Dicen que no importa qué genero toque, mi prosa emociona y mis historias llegan al corazón de quienes las leen.
Bien, pues ha llegado el momento de mostrar esas historias al mundo.
Voy a ser leyenda es el título de una de mis novelas. Te hablaré de ella, y entenderás por qué lleva ese título que parece una declaración de intenciones algo prepotente, viniendo de una autora desconocida que aún no ha publicado su primer libro. Lo cierto es que me gustó, y decidí adoptarlo como grito de guerra. Quién sabe... podría ser que llegara a conseguirlo ;)
¿Te quedas conmigo para descubrirlo?