Agosto. Media blogosfera
ha colgado el cartel de Cerrado por Vacaciones. Y yo, que parece que
si no voy al revés de todo el mundo no soy yo, decido romper el
silencio que he mantenido durante los dos últimos meses y pico.
Vale, casi tres.
¿Rebeldía? ¿Espíritu
de la contradicción? ¿Aprovechando que tus blogs favoritos están
de vacaciones para tratar de llamar tu atención y ver si sube el
número de visitas del mío? ¿O lo que aprovecho es que todo el
mundo está en la playa y lejos de su ordenador para soltar un
monólogo de los míos sabiendo que prácticamente nadie va a venir a
leerlo, de modo que puedo contar lo que se me ocurra, aunque no le
interese a nadie, porque de todos modos no va a haber nadie que se
arriesgue a perder su valioso tiempo con mis historias sin
importancia?
Pues nada de todo eso,
para qué te voy a engañar. La Musa manda, y cuando la Musa decide
que toca escribir, yo escribo. A veces historias, a veces
pensamientos. Nunca he podido negarme a sus caprichos. De hecho,
adoro cuando se muestra cooperativa. Lo paso muy mal cuando se toma
largos periodos de descanso y no me ayuda a sacar lo que tengo en la
cabeza a través del bolígrafo o del teclado.
Casi tres meses sin decir
ni mu. Sin actualizar los blogs, sin subir nuevos capítulos de
ECPNSBET a Wattpad, desconectada de las redes sociales... Mi silencio
invita a pensar que he vuelto a perder la batalla contra la Tristeza
y que me he encerrado en mí misma de nuevo, incapaz de comunicarme,
como ya me ha ocurrido con anterioridad. Pero el motivo no es el
Bloqueo, no esta vez.
A veces callo porque
tengo muchas cosas que contar.
Si eres buen lector,
entenderás mis palabras. Efectivamente, me he mantenido calladita y
apartada de las redes sociales porque necesitaba un tiempo de soledad
y de silencio para centrarme en la escritura. Ahora que por fin he
comprendido de dónde nacen mis bloqueos y aceptado que del Vacío
también se pueden crear historias, ahora que la Musa ha vuelto (o,
mejor dicho, que he aceptado que nunca se fue, que las dudas, el
miedo y todas esas cosas que ya he dejado atrás me impedían
escucharla) y que nada me impide escribir, salvo yo misma, me he
tenido que enfrentar a un nuevo reto, tan difícil o más que superar
ese Bloqueo que ha durado demasiados años: recuperar la voluntad y
la constancia, trabajar cada día en lo que más me gusta, en lo que
me hace feliz; dejar de ponerme excusas, y dedicarme a poner
ladrillos, un ladrillo al día, hasta construir el muro (el mundo)
del que pueda sentirme orgullosa y satisfecha.
Parece que lo estoy
consiguiendo.
Han sido casi tres meses
muy intensos, la verdad. He escrito, aunque menos de lo que me habría
gustado. He leído, más de lo que había esperado. Y he corregido,
más de lo que tenía programado. Pero sobre todo he reflexionado. De
mis reflexiones te hablaré en otro momento; de lo que las
correcciones me han enseñado, también. Creo que de los fallos más
comunes que comete la mayoría de los escritores tenemos mucho que
aprender, todos. Hay errores tan tontos que muchos cometen por
desconocimiento o por costumbre, que si alguien nos los señalara y
nos explicara la manera de solucionarlos nos ayudaría a evitarlos.
El uso de los guiones, por ejemplo. Mira qué cosa tan simple, y hay
mucha gente que no utiliza el guión largo o raya porque durante toda
su vida ha escrito a mano y no sabe encontrarlo en el teclado de su
ordenador. Bien, puede que sea una tontería, pero puede que ayude a
alguien si dedico un par de entradas a hablar de esos fallos que
todos hemos cometido en alguna ocasión (¿o creías que yo nací
sabiendo lo de los guiones largos?).
También han sido meses
de recibir buenas noticias que, como compañera de letras y como
correctora, me han alegrado inmensamente. A día de hoy hay una
veintena de novelas que han pasado por mis manos y han sido marcadas
por mis rotus de colores. A día de hoy, todas ellas están
publicadas en papel o en digital, un par a punto de salir a la venta
y un par más esperando su publicación el año que viene. No sé si
soy una persona muy afortunada, porque todas las novelas que he
corregido eran fantásticas, y yo he tenido el honor de ser casi la
primera en leerlas... o si soy una especie de mascota que les da
buena suerte a los autores que se arriesgan a confiarme sus trabajos
para que los diseccione, los coloree y les encuentre pegas.
Sigo considerando la idea
de Amazon, aunque todavía no tengo una portada para ECPNSBET, y
tampoco tengo prisa por publicar. Mis reflexiones han ido casi todas
por este camino, incentivadas por mis numerosas lecturas (incluyendo
las que se han quedado a medias, o precisamente a causa de éstas).
¿Publicar como sea? ¿Publicar cueste lo que cueste? ¿Publicar de
cualquier forma? Publicar es el sueño y la meta de todos los que nos
dedicamos a escribir, naturalmente. Pero ¿de cualquier manera?
¿Cualquier cosa? No en mi caso. No, si lo que pretendo es ser fiel
al título de este blog.
Y luego está el mapa de
Thèramon... Pero las reflexiones a las que me ha llevado ver ese
mapa casi terminado darían para media docena de entradas, así que
hablaremos de ello en otro momento. Sólo te diré que, al ver los
progresos que Carlos Gran está haciendo con el mapa, mi Musa se ha
vuelto loca de entusiasmo, y hace un mes y medio que no puedo dormir,
de la actividad que hay dentro de mi cerebro.
Y, como está activa, me
he sentado ante el teclado y le he dado permiso para que se exprese
por medio de mis manos, como tiene por costumbre. Ya te lo he dicho,
no puedo negarme a sus caprichos, nunca he sabido. Y tampoco lo haría
aunque supiera cómo. Escribir dos páginas de un tirón, escribirlas
sin respirar, como en los viejos tiempos, es muy satisfactorio para
mí. Cuando escribo me siento viva. Aunque lo que escriba no lo vaya
a leer nadie.
En fin, a mi Musa no le
vengas con que es agosto y todo el mundo está de vacaciones. Ella
dice que cuelgue el cartel de ABIERTO, y yo obedezco. Tengo
curiosidad por saber qué es lo que quiere contarme.
Bienvenida de nuevo!! Me alegrará tener un lugar al que acudir en Agosto ^^ ánimo, dragona, y a escribir!
ResponderEliminarMe alegra que estés de regreso. Y, después de leer esta entrada, estoy segura de que traes buena suerte a todos los que hemos confiado en ti nuestro trabajo. Mis tres novelas pasaron por tus manos y ahí están, ahora en manos de mucha gente. Gracias, gracias por todo!! <3
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