jueves, 31 de diciembre de 2015

HAZ QUE SUCEDA

Mi querida Bea:

hoy es tu cumpleaños, y estás recibiendo tantas muestras de afecto, tantas felicitaciones, tantos abrazos, y hay tantos dragones cargados de buenos deseos volando a lo largo de tu muro de Facebook, que en estos momentos te sientes desbordada: energía positiva, emoción, amor, fe, entusiasmo, felicidad. Y es bien que así sea, porque te mereces todo lo bueno que recibes, y te mereces ese desbordamiento de sentimientos y de sensaciones. Pero tu cumpleaños tiene lugar una vez al año nada más, y con demasiada frecuencia se te olvida todo lo que hoy estás recibiendo y almacenando para futuros días malos, y cuando los días malos llegan no te acuerdas de que tienes una alacena de los sentimientos hermosos repleta de recuerdos de los que echar mano para no dejarte vencer por la tristeza, la desesperanza y la cobardía, ésa que te lleva a esconderte en tu cueva y a replegar tus alas, las mismas alas que tanto esfuerzo te cuesta abrir y que necesitas sólidas y vigorosas para poder echar a volar. Dragona, vengo a decirte que no debes olvidar jamás que naciste para volar muy alto, y que no importa cuánto lo demores, ocurrirá. Porque los sueños siempre se cumplen, y también el destino. Y, en tu caso, ambos siguen el mismo sendero. Así que Ama y Cree. Y utiliza todos esos recuerdos cargados de magia para obrar tu propia Magia, la que late en tu corazón.

Sé que sientes que 2015 ha sido un año de mierda, porque has perdido lo que más amabas, lo único hermoso que tenías. Nada va a llenar el vacío que te ha dejado la partida de Covent, pero sabes, LO SABES, que él te está esperando en el puente al final del arcoíris, y que hasta que volváis a reuniros vivirá en tu recuerdo y en tu corazón, y que te observa desde el cielo de los gatos, ese lugar en el que siempre es primavera, y que desde allí te protege y cuida de ti. Nuestro paso por esta vida es sólo una parte del viaje, y el vuestro juntos no ha terminado. Ama y cree. Y no permitas que la tristeza, el dolor y las lágrimas se lleven los recuerdos hermosos, los muchísimos recuerdos hermosos acumulados a lo largo de dieciséis años. Hasta agosto lo tuviste contigo, así que 2015 no fue un año de mierda. Sólo se torció hacia el final, pero no permitas que tu pérdida te haga olvidar todas las cosas buenas que has vivido, sí, incluso después de que Covent te dejara. No digo sola, porque sabes, LO SABES, que nunca estás sola de verdad, aunque físicamente lo estés. Mira otra vez tu muro de Facebook, mira tu Whatsapp, tu bandeja de correo, y verás que no estás sola. Son muchos los que te quieren, y eso debería hacerte fuerte. Sé fuerte, porque tienes motivos, muchísimos, para serlo:

La visita de tu mellizo Antonio Sánchez Vázquez a primeros de año; tus dos viajes a Barcelona en abril, Mar Lamas y su familia, el abrazo de Carlos Sisi, el abrazo de tu alfa literario, Daniel Estorach, el abrazo de Víctor Cifu y el de Cristina Béjar; dos de tus relatos publicados en dos antologías de La Pastilla Roja, y reunión del equipo en Madrid, presentación en la Fnac de Callao, el abrazo de Mayte Esteban, el abrazo de Sergio Moreno, el abrazo de Lorena Raven, el abrazo de Istel Singer, el abrazo de Néstor Allende, el de William Fleming, el de Eduardo Casas, el abrazo de Javi Zamora, David P.J y Nidia Black, el doctor Motosierra y su Catherine, tres días maravillosos junto a Toluuu y Pili Rosique; tu viaje a Zaragoza junto a Athman M. Charles, volver a ver a tu mellizo y a Toluuu y a Pili, el abrazo de Wiss Ana Vivancos, el de Ana Arranz, volver a ver a Carlos Rodón, a Marta Junquera y a Alberto Caliani, Jasso, Malo, Alcorce, Juanmi Fernández; más de una docena de sobrinitos literarios publicados, orgullo y alegría por los amigos y compañeros de letras, y el sueño de ver tu propia obra en las librerías junto a las de ellos renaciendo con fuerza; tu hermana Blanca, Ana Arnalot, Tamara Díaz Calvete, Antonia Romero, Nuria González Carretero, Carlos Gran, Pat Casalà, Adrián González de Luis, Cleopatra Smith, tantos amigos que te quieren y que creen en ti; la visita de Jorge Herrero, abrazos, abrazos, los abrazos son curativos y generan más sentimientos hermosos, o sea, más Magia. Y tu novela VASL terminada, lista para ser enviada en busca de una buena editorial, saber que al escribir la última frase todo lo malo quedaba atrás, que te has curado, que has vencido a la Oscuridad y que estás preparada para dar el siguiente paso. Que no lo has hecho sola, y que afortunadamente no has tenido que hacerlo sola, pero que lo has conseguido. No lo olvides. Ninguna de las dos cosas.

Bien, aprovecho que todavía es tu cumpleaños y que te dura el entusiasmo para proponerte un reto, que a ti te gusta mucho eso de los retos: tienes una muy buena novela para mover, has escrito una carta de presentación, tienes una dirección de correo a la que enviarla y la magia de los buenos momentos vividos en 2015 todavía funcionando, así que ¡hazlo! Ama y cree, envía ese mail y haz que VASL deje de ser una frase y se convierta en una realidad.

HAZ QUE SUCEDA.







domingo, 1 de noviembre de 2015

UNA HISTORIA DE TERROR PARA HALLOWEEN


Llega la noche de Halloween, y es tradición contar una historia de terror. Vale, ya ha pasado la noche, y mis historias de terror siempre son peculiares, por eso de que me gusta mezclar géneros, y en ocasiones producen en el lector una serie de sensaciones que no son las que va buscando, porque no tengo tendencia a dejarme llevar por los tópicos cuando escribo, y me guardo la sangre y las vísceras para centrarme en otros aspectos que me resultan muy interesantes, como las reacciones y los sentimientos de los protagonistas, que muchas veces dan más miedo que los propios monstruos. Porque el peor monstruo es el que llevamos dentro, y no es agradable mirarle a los ojos y enfrentarse a él cuando llega el momento de exorcizar nuestros fantasmas, estemos o no preparados. Y el lector conoce esos fantasmas, porque los suyos son parecidos, y conoce al monstruo, porque en algún momento de su vida ha tenido que enfrentarlo, y lo teme; y por eso empatiza con el personaje y sufre a su lado, y eso también es terror.

Mi historia empieza un viernes de octubre a las nueve de la mañana, a bordo de un tren con destino a Madrid. Mi protagonista (vamos a llamarla Bea) está muy asustada porque es la primera vez en muchos meses que viaja sola. No es la primera vez que lo hace, pero este año ha sido bastante malo en lo personal y no se siente precisamente valiente. De hecho, hasta la semana anterior estuvo dudando entre comprar el billete y volver a meterse en su cueva para no tener que enfrentarse a lo desconocido cuando no se sentía preparada. Va a reunirse con un grupo de personas a las que nunca ha visto en persona, y se espera de ella que hable en público y que deje en buen lugar a la editorial a la que representa. Se sabe cobarde, reconoce que los micrófonos la espantan y no sabe si va a ser capaz de superar su timidez cuando se halle frente a esas personas a las que se muere por abrazar. Pero los abrazos son un incentivo de peso. Y se dice a sí misma: ¿Quién dijo miedo? Así que se va a la Semana Gótica de Madrid.

Va temblando durante todo el trayecto, y continúa temblando cuando llega a Atocha y se ve sola. ¿Qué haré si no vienen a buscarme?, piensa. Madrid ya no es la ciudad que la viera nacer, no es la ciudad por la que se movía sin miedo quince años atrás. Han pasado muchas cosas terribles en su vida desde entonces, y ahora le teme prácticamente a todo.

Toluuuu llega, con unos minutos de retraso, pero acude a recogerla, y su abrazo destierra al miedo a un rincón de su mente. No lo elimina, porque todavía debe enfrentarse al peor de los monstruos, y no se siente preparada, así que el miedo aguarda su momento, sabedor de que todavía tiene mucho que decir en esta historia.

Pero no dirá gran cosa durante los próximos tres días.

Ese fin de semana tiene lugar algo más que un evento literario. Hay confesiones, risas, abrazos, sándwiches de Rodilla para combatir la nostalgia, trayectos en metro (y qué miedo da el metro en estos días, amigos), paseos por el centro, momentos para ponerse al día y otros para hacer planes de cara al futuro. Hay abrazos, y eso es lo mejor de todo. Hay momentos para aprender y otros para enseñar, hay lectura privada de relatos y consejos de ida y vuelta. Hay abrazos, abrazos que alegran el corazón y sanan el alma. Hay firmas, visitas muy breves que llenan el corazón, un par de fotos para el recuerdo y el evento para el que se ha desplazado. La charla que han ido a escuchar resulta interesante, la que sigue a la primera es entretenida y se desarrolla con más naturalidad de la que los participantes pensaban, y la presentación en la que Bea toma parte consigue que se llene la sala, así que la considera un éxito. Además, se ha atrevido a coger el micrófono y a participar a pesar de los nervios, ¡y sólo ha tartamudeado una vez! Reto superado.

Ya puede decir que estuvo presentando un par de antologías en la Fnac de Callao.



Cuando vuelve a casa, se siente un poco más fuerte.

Pero aún ha de enfrentarse a otro reto, y éste le da casi más miedo que el primero. Zaragoza no es como Madrid, allí sólo ha estado una vez, y no conoce sus calles; tampoco conoce a las personas con las que va a reunirse. Pero en esta ocasión no viaja sola, y eso le da valor. En cuanto ella y Athman llegan al lugar del evento, no tarda en aprenderse el trayecto, y los primeros abrazos consiguen que se sienta un poco menos nerviosa. Esta vez no tiene que hablar, va como espectadora.





Y el Cónclave Penumbra resulta muy interesante. Hay charlas, proyección de cortometrajes, lectura de relatos, monólogos de terror, y aunque se siente un poco fuera de lugar, yendo de aquí para allá sin apenas hablar con nadie, pasa un buen rato y aprende de todo lo que ve y escucha. ¿Y acaso no se trata de eso?


Ana Arranz lee un fragmento de su relato
Ángeles Pavía nos habló del origen de ciertos mitos

Improvisando un relato de la mano de David Jasso
Monólogos de terror a cargo de Roberto Malo


El día siguiente es mejor todavía. A los muchos compañeros de letras a los que conoció el día anterior se suman sus chicos queridos, Toluuu y Pili, a los que ha visto hace una semana, y su mellizo literario, al que no veía desde primeros de año. Y se siente tan feliz, tan llena de energía y de amor, que se cree capaz de enfrentarse al miedo y curarse de una vez por todas.






  El domingo, ya de vuelta en su casa y con su alacena de los sentimientos bonitos llena de recuerdos valiosísimos, abre el procesador de textos dispuesta a comenzar su nanowrimo particular escribiendo la No-Crónica de los dos eventos a los que ha asistido durante las vacaciones. Hace siglos que no actualiza el blog, y ponerlo al día es una de sus asignaturas pendientes. El nanowrimo no comienza hasta la semana siguiente, pero Bea nunca ha sido de hacer las cosas cuando las hace todo el mundo. Y además, no va a participar exactamente; cree que es posible escribir 50000 palabras en un mes, y aún más, ella ya ha escrito una novela en veinte días en dos ocasiones. Pero esta vez no tiene una novela en la cabeza, ni se le ocurre ninguna idea para cumplir con el objetivo. Sin embargo, piensa que se trata de volver a escribir, y da igual que no le salga una novela, mientras consiga escribir aunque sea un párrafo al día ya estará lográndolo. Su lema de este año, y su reto, ha sido Haz Que Suceda. Está decidida a hacerlo, aunque vaya muy poco a poco.

No escribe una No-Crónica para el blog. No es que no le salgan las palabras, es que el archivo que ha abierto contiene una historia que ya está lista para ser terminada. El primer día escribe 2000 palabras; por fin sale de esa escena en la que llevaba atascada casi dos años, y el alivio que le produce actúa como combustible para seguir adelante. El lunes escribe casi 3000. Relee las últimas seis páginas y decide que le gusta. Piensa que, si sigue a ese ritmo, en un par de meses habrá terminado esa novela a la que le tiene tantísimo miedo. Porque su Z es la novela más difícil a la que se ha enfrentado en toda su vida, y por fin comprende que no la abandonó porque tuviera un bloqueo de escritor, sino porque le aterraba enfrentarse a su monstruo interior. Pero Zeta quiere salir, ya se siente preparada para salir, y el martes la Musa le da otras 3000 palabras, y el miércoles escribe algo más de 6000. La sensación que la embarga es indescriptible; sólo alguien que nació siendo escritor podría comprender lo que se siente cuando escribes con la naturalidad con la que respiras. Es como si estuvieras en trance, tecleas y las frases salen solas, no las piensas, salen porque las tenías en la cabeza desde hacía mucho tiempo, y salen porque por fin te has decidido a abrir la puerta de la alacena de los sentimientos negativos, donde guardas todos tus miedos, donde se agazapa el peor de los monstruos, el que espera para devorarte si no te armas de valor y le haces frente, el que temes que te derrote, aquél en el que tanto miedo te da llegar a convertirte.

Pero los abrazos obran milagros, y Bea se siente lo bastante fuerte para hacerle frente.

Le quedan dos días de vacaciones. Viendo el ritmo que ha cogido la novela, se pregunta si será capaz de terminarla antes de volver al trabajo. Teme que, si no lo hace, la magia desaparezca. No es fácil escribir cuando estás tan lejos del mundo al que perteneces, y Z está tan ligada a su entorno laboral que durante mucho tiempo no ha podido escribirla porque no era capaz de desligarse emocionalmente de sus personajes. Pero si es constante y persevera, quizás esos dos días sean suficientes...

El jueves por la tarde escribe por fin la última frase de la novela. Esa frase que le da título, la que cierra un ciclo, una especie de conjuro que se llevará todo lo malo que le impedía escribir y sanará por fin su alma. En un estado de frenesí, imprime el manuscrito y lo lleva a la copistería para encuadernarlo. No sólo ha sido capaz de terminarla antes de volver al trabajo, sino que le ha sobrado un día para llevarla al Registro de la Propiedad Intelectual.



 Y aquí termina (o debería decir comienza) mi historia. He conseguido terminar una novela de terror para Halloween. No puedo enseñártela todavía, pero está ahí, en manos de mis lectores cero. De lo que ellos me digan dependerá su futuro. De momento no me preocupo. Si le buscaré editorial, si la subiré a Amazon o si la guardaré en un cajón para que nadie llegue a leerla jamás es algo que el tiempo dirá. De momento, está registrada y media docena de personas la están leyendo, así que es posible que descarte la tercera opción. Creo que Z (VASL) es una muy buena historia que no merece caer en el olvido, aunque me aterra que se publique, pero esto es algo personal que tiene que ver con lo que contiene; la escritora que soy desea verla publicada, desea que llegue a tus manos, que te sorprenda, que te emocione, que te aterre, que te llegue al corazón.

No voy a pensarlo ahora. Está terminada, y eso es lo único que me importa. Me he enfrentado al peor de los monstruos y he sobrevivido. De hecho, he salido de la lucha fortalecida. Creo que ahora sí voy a curarme. Creo que ya estoy preparada para volver a escribir novela larga.

Ya puedo regresar a Thèramon.

domingo, 2 de agosto de 2015

Una espinita


¿Tres meses sin decir ni mu? ¡Por todos mis dragones! Este año me estoy luciendo :P
Sí, vale, que el tiempo no es elástico y estoy metida en mil proyectos, pero eso no es excusa para no actualizar el blog cuando pasa algo que quiero compartir. Y desde abril han pasado algunas cositas.

Jolines. No vine a contarte mi viaje a Barcelona en Sant Jordi, tampoco vine a hablarte del encuentro del Club Lletraferits que tuvo lugar también en Barcelona unos días después. Abrazos, conversaciones de lo más interesantes y motivadoras, dos docenas de fotos que no sé a dónde han ido a parar porque fui a descargarlas y las borré del móvil y no sé en qué carpeta se guardaron (si se guardaron, claro, que ya sabes que la tecnología y yo no nos llevamos bien). No vine a decirte que ¡SÍ! conseguí terminar el relato que tenía pendiente. Tampoco a compartir las nuevas reseñas que habían salido de Vampiralia. (Bueno, esto puedo hacerlo ahora, que tengo guardados los enlaces por alguna parte). Tampoco vine a decirte que ¡por fin! conseguí que el capítulo problemático de Z (por culpa del cual esa historia llevaba dos años parada) encajara y dejara de ser un problema para continuar escribiendo (aunque no he seguido escribiéndola, porque no he parado de corregir en todo este tiempo).
Vaya, que dije que me iba a desconectar un poco para centrarme en un par de proyectos y resulta que me he desconectado más de lo que pensaba.

Bueno, voy a intentar ponerme al día. Pero poco a poco, que tampoco quiero hacer un popurrí y mezclar asuntos. Empezaré por las reseñas de Vampiralia, que tengo una espinita clavada y necesito desahogarme.

Vamos con la primera que llegó después de que el Doctor Motosierra la diseccionara en su mesa de autopsias literarias. Llegó en mayo, desde El Rincón de Nesa, y salimos muy bien parados. Me encantó lo que dijo de mi relato, porque ella sí que entendió lo que yo había querido hacer:

Cuando empecé a leer No me dejes, de Bea Magaña, no supe qué pensar. Me gustó volver a Salem's Lot, recordar la taberna de Dell, la inquietud que provocó la desaparición del pequeño de los Glick, el perro colgado de la verja del cementerio y, por supuesto, la casa de los Marsten. La historia de King volvió a mi cabeza como si acabase de leerla y, obviamente, supe enseguida qué le sucedería a la pareja protagonista… Pues no, iba desencaminada. Un buen relato, se haya leído El misterio de Salem´s Lot o no.

Puedes leer la reseña completa aquí.

Y ahora la segunda, que apareció en un blog del que nunca había oído hablar y venía firmada por un tipo al que no conozco. Creo que no le gustó mucho, aunque no me quedó muy claro. O sea, el autor de la reseña fue desgranando cada relato y puntuándolos, y hubo unos pocos que recibieron un 7, y muchos que no llegaron al 5. En fin, he aquí lo que dijo de mi relato:

El cuento ‘No me dejes’ (Bea Magaña) me ha dejado, y nunca mejor dicho, un gusto agridulce. Pero con un resto más amargo que dulce, por desgracia. Narrado de manera eficiente, aunque sin florituras, lleva a al autor a través de la historia sin excesivos defectos formales. Ley Salem’s Lot hace más de veinte años, por lo que seguro que aparte de la casa y Barlow se me han escapado muchos detalles. ¿Quizá la referencia al solar, o las fechas de la semana? ¿El cuento se ha basado en la novela tanto como para exigir su lectura para comprender todo? Lo ignoro, y a estas alturas no voy a ponerme a leer esa novela. Así que no valoro, ni en un sentido positivo ni negativo, la relación con la obra de King. Desconcierta un poco la manera en que se trata el rol de protagonista: durante el primer tercio del cuento crees que es el marido y de repente te das cuenta de que ahora la narración se olvida de él y se centra en la mujer. No puedo negar que eso me ha mosqueado un poco, pero tampoco le he dado mucha importancia. Lo que sí que me ha cabreado, y mucho, es el supuesto clímax: tramposo es poco. Torticero, sacado de quicio, irracional. No puedes llevar al lector durante todo el camino por un sendero, trazar ese camino de una manera muy clara, y en los últimos cinco párrafos contradecirte a ti mismo y salirte con justo lo contrario. No, señora Magaña, no. Esa sorpresa final se carga lo que el primer protagonista narra en su parte. Pero lo malo no es que se lo cargue, sino que lo hace sin dar ninguna argumentación, ni siquiera velada. La sorpresa por el mero hecho de la sorpresa. No. Por todo ello, por ese gusto agridulce, debo otorgarle un 5.

Bien, a día de hoy todavía no sé cómo tomarme esta opinión. Verás, lo de que no se puede gustar a todo el mundo es algo que tengo más que claro, y lo de que a un lector no le mole mi relato por el motivo que sea no me molesta ni me desmotiva. Pero que me llamen tramposa me ofende, y mucho. Porque soy la primera que critica un texto mal planteado, poco creíble, que hace aguas por algún sitio o en el que el autor se ha sacado de la manga un final cogido por los pelos, y por ese mismo motivo me esfuerzo mucho a la hora de ir dejando pistas para que, cuando el lector llegue al final, se sorprenda (o no, si ha encontrado las pistas) y no se sienta timado. Hay una diferencia importante entre jugar con los prejuicios del lector y darle un desenlace que no esperaba y engañarle. Y hay un par de párrafos en ese relato en el que cualquier lector (aunque sea en una segunda lectura) verá que no hay trampa en el final que yo elegí para mi relato.

En algún momento llegó a vislumbrar lo que sucedía a su alrededor, pero su cerebro nublado por la angustia no llegó a asimilarlo.
Linda despertó al atardecer, con dolor de cabeza, la boca pastosa y los nervios en tensión. No comió, sentía un nudo en el estómago que le impedía probar bocado a pesar del hambre que siempre acompañaba al despertar y a la resaca.
La sangre huyó de su rostro y el corazón se le paralizó cuando recordó lo que había visto la noche anterior. Con el recuerdo llegó la comprensión, y con ella el miedo.

Pistas. No se trata de decirlo claramente, porque entonces no hay sorpresa final. Pero ahí están, las pistas, para el lector que quiera o que sepa encontrarlas. Así que no me llamen tramposa. Y no digan que el final es irracional o sacado de quicio.

En cuanto a su pregunta: ¿El cuento se ha basado en la novela tanto como para exigir su lectura para comprender todo? Pues diré que intenté que se basara tanto en esa novela, por si algún fan de King lo leía y veía las referencias (al Solar, a sus personajes, y también a las fechas, que una es muy meticulosa), pero creé mis propios personajes para que cualquier no fan de King pudiera disfrutar del relato aunque no hubiera leído la novela a la que homenajea.

En cuanto a su desconcierto (durante el primer tercio del cuento crees que es el marido y de repente te das cuenta de que ahora la narración se olvida de él y se centra en la mujer) sólo puedo decir que el protagonista no es el marido, y tampoco la mujer. El protagonista es el pueblo, el Solar (con mayúscula, reseñador desconocido), y la enfermedad de Linda, a la que comparo con un vampiro, porque eso era lo que quería contar, porque ésa era la herida que necesitaba sanar:

en forma de locura, primero, y de depresión después, la oscuridad se había instalado en su casa como un familiar indeseado y todos los esfuerzos de James no habían servido para librarse de ella, pues era Linda quien le había abierto la puerta y le había dado la bienvenida a su alma. Con el transcurso del tiempo, aquella oscuridad había ido succionando la vida de su matrimonio como un vampiro que, noche tras noche, acudiera a alimentarse tras haber sido invitado.

Y, por cierto: (Ley Salem’s Lot hace más de veinte años) se escribe Leí. (Tenía que decirlo).

Bueno, que si quieres leer todo el tocho de reseña puedes pinchar en este enlace.

Y ahora que me he sacado esa espinita, voy a seguir corrigiendo un rato, que no sé cómo me las apaño para tener mi carpeta de encargos (ya no se llama de asuntos pendientes, pero de nuevo, como el año pasado, tengo varios pendientes) llena otra vez. Intentaré volver pronto, que hay tres libros de los que quiero hablarte. En dos de ellos he colaborado como correctora, y en el tercero hay un relato mío. Y es imperdonable que no haya venido a hablarte de esto.


viernes, 17 de abril de 2015

La iniciativa en Lleida

Mañana es el día. Mañana, las ciudades españolas se van a llenar de libros. Hoy te traigo el "comunicado" de nuestro embajador en Lleida, Athman M. Charles, que ha hecho una llamada vía Facebook y Twitter a los lectores de nuestra ciudad para que se animen a participar en este evento:

Este próximo sábado, Lleida se une a la iniciativa ‪#‎LeoAutoresEspañoles‬ de la mano de Belén Parra, Mar Lamas, Mónica Barri, Ferran Blanch, Bea Magaña, Petra Blue y un servidor, Athman M Charles.

Os invitamos a que aceptéis el reto y participéis en esta peculiar caza del tesoro. En muchísimas ciudades de nuestro país, cientos de libros serán liberados, dejados en distintos lugares para que los encontréis y os hagáis con ellos. En Lleida capital, son varios los títulos que podréis encontrar distribuidos estratégicamente por el centro de la ciudad. Solo tenéis que estar atentos a las pistas e indicaciones que iremos dejando a través de redes sociales para ayudaros en la búsqueda.

Atención al hastag ‪#‎LeoAutoresEspañolesLleida‬, porque allí será donde encontraréis toda la información que necesitáis.

¡Animaos! Es una excelente manera de pasar el sábado por la mañana. Salid a pasear, seguid las pistas y gracias a las pesquisas, haceros con vuestro libro. Descubriréis que tenemos a grandes autores en nuestro país. Gente con talento deseosa de que conozcáis sus historias, de presentaros a sus personajes y haceros pasar buenos ratos. De que disfrutéis de sus obras. De que recordéis que los autores españoles existimos, aunque muchas veces no se nos vea demasiado. Queremos que nos conozcáis y os animéis a hacer vuestro nuestro lema: Yo leo autores españoles.


Los títulos que serán liberados en Lleida son los siguientes:

-Mi gran viaje los 40, de Ferrán Blanch
-Disfrútame, de Mónica Barri
-La Huellas del Silencio, de Verónica Rosinach
-La Casa de los Siete Pecados, de Mari Pau Domínguez
-El chico perfecto no sabe bailar el twist, de Bea Magaña
-Los escarpines de Kristina de Noruega, de Cristian Sánchez Andrade
-Érase una veZ, antología de terror, de Athman M Charles y VVAA
-La peixera, de Maiol de Gracia Clotet
-Dimensión B, antología de ci-fi y serie B. VVAA
-Siete deseos en navidad , Mar Lamas y VVAA.
-Family Nightmares, antología de terror de VVAA

El sábado, queremos que nos leas, que acojas a nuestros libros en tu hogar. Sal, disfruta del día y buena caza…


martes, 14 de abril de 2015

#LeoAutoresEspañoles

Hoy vengo a traerte una noticia que me gustaría que compartieras con todas las personas que conozcas a las que les guste leer. Porque de libros va la cosa, de muchos libros. Nuestros, de aquí, de casa, de autores españoles. Porque aquí, en España, tenemos una gran cantidad de autores que merecen ser conocidos. Para ti, de regalo, porque te encanta leer; para que nos disfrutes, para que nos conozcas, para que nos ayudes a llegar a más gente. 

El 18 de abril, las ciudades españolas se van a llenar de libros.

#LeoAutoresEspañoles es una iniciativa cultural que reivindica la calidad de la literatura existente en nuestras fronteras en cualquier idioma oficial, desde las obras que han alcanzado fama universal hasta las de autores noveles que se van consolidando con el tiempo.

¿Quieres saber más?

Pues pincha en este enlace y prepárate para salir a buscar tu libro de regalo ;)


Leo Autores Españoles


Por si te lo estás preguntando: sí, yo voy a soltar dos libros. Y espero que salgas a buscarlos. Es este sábado. Luego no digas que no te avisé. ☺

miércoles, 1 de abril de 2015

Un no parar


Pues ocurrió: una de las dos antologías en las que participo fue la ganadora de los II Premios Ultratumba, y aunque no gané la apuesta sí me sentí muy orgullosa. Vampiralia era la única antología digital nominada, y la única gratuita, así que fue una especie de hito que resultara ganadora. No sé si el hecho de haber llegado a más gente —debido al formato y a su fantástico precio, je— fue lo que le otorgó un número tan elevado de votos por parte de los lectores, ya sabes que cuando algo es gratis todo el mundo corre a descargárselo, pero ¿realmente todo el mundo lee lo que se baja de la Red sin pagar? Hum... ése es un tema sobre el que podríamos discutir largo y tendido... Pero sí tengo claro que, aunque el premio lo otorgaban los votos conseguidos y no un jurado, Vampiralia estaba entre los nominados porque las personas que llevan la revista Ultratumba consideraron que merecía estar, dada su calidad y su originalidad (sí, una antología sobre vampiros puede ser muy original, y la nuestra aborda el tema desde numerosos puntos de vista, así que la variedad está garantizada). Así pues, recibir ese premio fue una alegría para mí.



¿Que por qué no vine corriendo a celebrar la noticia contigo, si tan contenta me puse? Pues porque desde febrero mi vida es un no parar, y no he encontrado un hueco para venir a compartir las buenas noticias que se han ido sucediendo. De hecho, no debería estar escribiendo esto ahora mismo. Le estoy robando una tarde a mi trabajo de correctora, y mi intención era no actualizar el blog hasta que hubiera terminado de vaciar mi carpeta de asuntos pendientes (Sí, sé que quedó vacía a finales de febrero, pero se ha vuelto a llenar de encargos, qué quieres, me gusta corregir y no sé decir que no a según qué propuestas, je). Pero se me acumulan las noticias, así que hoy hago un alto, dejo descansar los rotus de colores y vengo a contártelas.

Iré por orden cronológico. Que voy dejando pasar los días sin pasar por aquí, pero me voy guardando los enlaces de todo lo que te quiero enseñar. Marzo trajo una nueva reseña. Esta vez, de la misma antología de la que te hablaba hace un ratito. Vampiralia fue a parar a la mesa de autopsias del Doctor Motosierra y... salió muy bien parada.

Dice de ella el Doctor Motosierra: VAMPIRALIA es un buen ejemplo de lo que las historias de vampiros han podido dar a lo largo de todo este tiempo entre páginas y páginas de relatos, desde el elegante conde Drácula hasta las infernales criaturas de THE STRAIN. Una antología donde se muestra una gran variedad de escenas, criaturas, personaje, situaciones... y calidad.

O, al menos, salió bien parada en general. Parece que mi relato no acabó de convencerle. Esto fue lo que opinó de él:

No Me Dejes”, de Bea Magaña me hace tener sentimientos encontrados. Por un lado la historia en sí resulta interesante, sobre todo en lo que se refiere a mostrar que un vampiro no solo puede succionarte la sangre para arrebatarte poco a poco la vida. No obstante la elección del escenario hace pensar que la originalidad no ha sido el punto fuerte del relato. Una pena, porque si se hubiera elegido un telón de fondo propio, hubiera ganado mucho.

Bueno, yo le diría al Doctor Motosierra que, precisamente, no buscaba originalidad cuando escribí este relato, que es mi humilde homenaje a El misterio de Salem's Lot, de Stephen King. Si no vio mi intento de escribir una especie de fan-fic o si lo obvió, centrado más en lo que le contaba que en el motivo por el que lo que le contaba transcurría en ese escenario, no puedo saberlo. Él mismo reconoce que le da más valor a la originalidad que a la calidad literaria, así que me tomo la crítica como un halago, ya que dijo que le resultó interesante, y dejo el resto a la opinión de otros lectores que quizás si lleguen a entender el homenaje que pretendí hacer al escribir este relato, del que me siento muy orgullosa.

Para leer la reseña completa, visita el blog Autopsias Literarias del Doctor Motosierra.

Huelga decir que tampoco vine a enseñarte esta reseña en su momento porque, como ya te he dicho, mi vida ha sido un no parar.

Ya sabes que hasta hace muy poco me he dedicado a corregir sin cobrar. Hay quien piensa que soy boba, que he estado perdiendo el tiempo, que me habría salido más a cuenta escribir mis propias novelas que dedicarle mis esfuerzos a las de otros, que a este ritmo me voy a quedar sentada frente a la pantalla del ordenador viendo cómo todo el mundo publica menos yo, que por mucho que me guste ayudar y que disfrute corrigiendo no debo olvidar que cada corrección es trabajo y que el trabajo debe cobrarse... Lo cierto es que a) No me sentía preparada para enfrentarme a la hoja en blanco, y corregir ha sido una forma de no perder el tiempo ni el ritmo de trabajo; y b) Cuando no tienes un título que te acredite como profesional de algo, la única forma de darte a conocer, hacerte un nombre y ganarte cierto reconocimiento es trabajar gratis, hacer que tu trabajo sea tu tarjeta de presentación, hasta que se convierta en tu carta de recomendación y tu nombre sea tan válido como ese título que no posees. Tres años corrigiendo sin cobrar, varias decenas de novelas y una docena de antologías me han otorgado el derecho a exigir una compensación por mi trabajo. Además, ahora que puedo volver a escribir (milagro que se ha obrado reto a reto, relato a relato) y que me siento preparada para enfrentarme a mis propias novelas, no tengo inconveniente en guardar los rotus y colgar el supertraje de correctora. He cumplido mis promesas, y no todos los autores a los que he ayudado pueden decir lo mismo.

Tomé una decisión. No más correcciones altruistas. Si alguien quería mi ayuda, le daría un precio. Y si nadie estaba dispuesto a pagarlo (cabía esa posibilidad, ya te digo que hay autores a los que al parecer les cuesta pagar en especias; porque mi precio era un libro dedicado, el mismo libro que había pasado por mis manos, una vez que hubiera sido publicado, y todavía hay huecos en mi estantería esperando a mis sobrinitos literarios, aunque lo cierto es que ya ni los espero) dedicaría mi tiempo a escribir. De ambas formas, salía ganando, ¿no crees?

Pues basta que me decida a decir NO para que me lleguen nuevas propuestas. Y el mes de marzo ha sido un corregir sin parar. A las antologías de La Pastilla Roja Ediciones (visita la web para conocer los títulos publicados) se han sumado las publicaciones de Dissident Tales Editorial S.C. (visita la web para ver su catálogo), numerosos relatos sueltos, una antología de la que no puedo hablar todavía y dos encargos de particulares. Y cada vez que vacío mi carpeta de encargos (le he cambiado el nombre, ya no son pendientes, ésa la borré en febrero) recibo un nuevo texto para corregir. Sí, feliz como yo sola, pero desconectada del mundo para entregar a tiempo y sin un minuto para actualizar el blog o para escribir alguno de los retos que todavía tengo pendientes.

Pero Sípuedo se ha convertido en mi consigna, y entregaré mis relatos dentro del plazo como que me llamo Bea. Ya lo verás. Vendré a contártelo. Aunque venga con dos semanas de retraso.

La noticia de marzo fue el lanzamiento de una nueva antología bajo el sello de La Pastilla Azul: MASCOTAS, en la que repito como correctora y participo también como autora con un relato titulado “Urd” (que, en la mitología nórdica, es una de las nornas que tejen el destino de todos los mortales. Por si eso te da una idea de qué clase de bichito adorable es el que he elegido para esta ocasión).

SINOPSIS

Todos hemos tenido mascotas. Quien más o quien menos un perro, un gato, un canario… También están aquellos a los que les atraen más los animales exóticos: iguanas, boas, tarántulas… Pero nadie piensa que esa mascota que tienes en casa, ese animal que te divierte, que te ayuda a pasar el rato, a no sentirte solo, a ser el recipiente del cariño que te sobra; ese animal, en definitiva, que es tu amigo, puede convertirse en tu peor pesadilla, arruinar la vida de los que quieres e, incluso, arrebatarte la tuya. Si lees este libro y eres de los que tiene mascota, nunca volverás a mirarla con los mismos ojos, ni dormirás tranquilo sabiendo que ella te observa.


Ficha técnica
Título: Mascotas. Antología VVAA 
Páginas: 278 páginas 
Idioma: Español
ISBN-10: 1508558086
ISBN-13: 978-1508558088
Edita La Pastilla Azul (La Pastilla Roja Ediciones), de Athman M. Charles. Coordinada por David Rozas, con portada de Néstor Allende, maquetación de William E. Fleming y corrección de Bea Magaña.
Disponible en amazon

Incluye los siguientes relatos:

1- Arrakis, de Ana Vivancos.
2- Nocte, de Lorena Gil Rey.
3- Manolito (tú me has matado), de David Rozas Genzor.
4- Los huevos de Catalina, de José Manuel Durán.
5- El gato tigre, de Sergio R. Alarte.
6- Cuando las aves cantan, de Marina Dal Molin.
7- Pwottohtoh (o como cojones se diga), de Néstor Allende.
8- Nueces, de Rain Cross.
9- El pollito Pío, de Judith Bosch.
10- Cotton, de Ricardo Plantagenet.
11- Urd, de Bea Magaña.
12- Rufus, de Daniel Gutiérrez.


Mascotas es la primera publicación en la que aparezco este año. No será la única que verá la luz en 2015.

Y hablando de publicaciones, también te traigo el enlace en el que puedes descargarte (gratis en Lektu, mediante pago social) el número 6 de Dissident Tales, la Revista, recién salida del horno, en la que vas a encontrar un montón de cositas interesantes y molonas... y una entrevista muy especial que no deberías dejar de leer ;)

Las secciones fijas:
EL BESTIARIO DE Mr. LINDEM a cargo de Rafael Lindem.
LA CUEVA DEL ILUSTRADOR: Javi Hernández / Teresa del Río / Verónica
Leonetti / Jordi Ponce Pérez / Ángela
F.Ayensa.
EL SERIAL DE CHABI: Tambores de Chabi Angulo.
D.T COMICS de Raúl Orte
AL OTRO LADO DEL ESPEJO con el señor Emilio J. Bernal.
EL RINCÓN DEL FRIKING, del infatigable Tony Jiménez.
POESÍA DISIDENTE: Fernando López Guisado.

EL CATAS PREGUNTA: Entrevista a Bea Magaña a cargo de Catástrofe. 
EL CINEPÁTICO DEL CIFU con Victor Cifu.
SERIAL KILLERS de Beatriz T. Sánchez.
Reseñas literarias:
Esteban Dilo con Esta noche conectaremos con el infierno.
Jorge Herrero con Pesadillas de sangre.
Artículos:
EL HOBBIT - LA BATALLA DE LOS CINCO EJÉRCITOS, Sergio González Guindero.
ESTAMOS JODIDOS, David Hidalgo.
EDUCACIÓN MALDITA, BENDITA EDUCACIÓN, Toño Diez.
CLICHÉS Y LITERATURA DE TERROR, Elvira Torres.
LOVECRAFT Y SUS AMIGOS, Víctor Ramón Beltrán.

Como ves, paso poco por mi rinconcito de la blogosfera, y actualizo de uvas a peras, pero no dirás que no te traigo un montón de novedades cuando por fin lo hago, ¿eh?

Y ahora me voy a seguir corrigiendo. Que toda corrección que vaya a cobrar tiene prioridad. ;)

viernes, 23 de enero de 2015

Dos nominaciones sorpresa


El año pasado, por estas fechas, vine a compartir mi entusiasmo y mi “orgullo de madre” contigo en cuanto me enteré de que mi primer vástago literario, El chico perfecto no sabe bailar el twist, había sido nominada a Mejor novela romántica juvenil autoeditada en la segunda edición del Premio Pasión por la Novela Romántica; premio que gané, contra todo pronóstico, mes y medio después, inaugurando un año repleto de alegrías en lo literario: retos cumplidos, participación en varias antologías, eventos, presentaciones, logros, logros, que no es lo mismo que éxitos pero que satisfacen como autora y alegran como persona.

¿Te imaginas que se repitiera la historia? Je.

Vale, es algo muy improbable, puesto que el año pasado no publiqué ninguna novela... pero sí se publicaron cinco antologías que llevan un relato mío. Y yo no sería escritora si no tuviera la capacidad de imaginar. De soñar.

Voy a contarte una cosa. Allá por el verano, poco después de la presentación de Family Nightmares, compartí un sueño con mi mellizo literario, Antonio Sánchez Vázquez; en ese sueño, “nuestro vástago” (digo nuestro porque él coordinó y yo corregí, además de participar ambos con un relato) era nombrado Mejor Antología de 2014. ¿Por quién? Ni idea; yo no estoy puesta en estas cosas, no sé quién se dedica a otorgar premios (pero sí sé que hay webs y revistas que lo hacen; de hecho, alguna vez he visto un enlace en Facebook y he entrado a votar por compañeros escritores cuyas novelas considero que merecen ser reconocidas con un galardón aunque sea virtual, porque es una forma de darles visibilidad y difusión). Quién podría considerarla merecedora de tal premio era lo de menos, lo que importaba era que estaba convencida de que FN era una antología fabulosa, y así se lo dije a mi mellizo: calidad literaria de sobra, una portada fantástica y una edición muy cuidada, ¿acaso no reunía todas las condiciones para ser considerada la mejor? Sí, he participado en otras antologías, y me siento orgullosa de todas ellas, pero ésta era la que, a mi juicio, lo tenía todo. Mellizo se rió y dijo que ni de coña ganaríamos un premio. Le pregunté por qué creía eso. Me respondió que no lo creía, pero que cuando se hace una apuesta no pueden estar las dos partes de acuerdo. Me reí. Y apostamos.

Pues bien, hoy tengo una posibilidad de ganar esa apuesta. Je.

Resulta que hoy se ha hecho pública la lista de nominaciones a la Segunda Edición de los Premios Ultratumba, y (¡sorpresa!) ahí está Family Nightmares, compitiendo con otras seis antologías...



… entre las cuales se encuentra (¡segunda sorpresa del día!) Vampiralia, de la que asimismo me siento orgullosa porque también incluye un relato mío.

Como ves, tengo doble motivo para sentirme entusiasmada.

Como el año pasado, estos premios funcionan mediante votación. Y supongo que ganará la antología cuyos autores tengan más amigos y hagan más ruido. Mi poder de convocatoria es muy pequeño, dado que ni yo ni mi blog tenemos muchos lectores. Además, ya sabes que no tengo por costumbre pedir nada para mí. Y en esta ocasión no puedo pedirte que pinches en el enlace y dejes tu voto, porque sólo puedes votar a una, y son dos de mis “vástagos literarios” los que compiten. Pero mentiría si dijera que no me encantaría que una de las dos fuera la Mejor Antología del año.

Así que, si quieres, puedes entrar AQUÍ a votar.

Yo ya lo he hecho. Y no, no te diré por cuál de ellas he apostado. Las quiero a ambas. Y me siento muy orgullosa de las dos. Porque ambas son un poquito mías. Independientemente del resultado de la votación, el hecho de ser nominado ya es un premio, y hoy me siento doblemente ganadora. Y feliz de poder compartir contigo esta noticia.

Tengo más noticias que darte, pero las dejo para otra entrada. Las cosas buenas hay que disfrutarlas, y si hay varias cosas buenas y puedes dosificarlas, el entusiasmo durará más tiempo. Hoy es el día de las nominadas. Merecen sus quince minutos de gloria.