Pues ocurrió: una de las
dos antologías en las que participo fue la ganadora de los II
Premios Ultratumba, y aunque no gané la apuesta sí me sentí muy
orgullosa. Vampiralia era la única antología digital
nominada, y la única gratuita, así que fue una especie de hito que
resultara ganadora. No sé si el hecho de haber llegado a más gente
—debido al formato y a su fantástico precio, je— fue lo
que le otorgó un número tan elevado de votos por parte de los
lectores, ya sabes que cuando algo es gratis todo el mundo corre a
descargárselo, pero ¿realmente todo el mundo lee lo que se baja de
la Red sin pagar? Hum... ése es un tema sobre el que podríamos
discutir largo y tendido... Pero sí tengo claro que, aunque el
premio lo otorgaban los votos conseguidos y no un jurado, Vampiralia
estaba entre los nominados porque las personas que llevan la revista
Ultratumba consideraron que merecía estar, dada su calidad y su
originalidad (sí, una antología sobre vampiros puede ser muy
original, y la nuestra aborda el tema desde numerosos puntos de
vista, así que la variedad está garantizada). Así pues, recibir
ese premio fue una alegría para mí.
¿Que por qué no vine
corriendo a celebrar la noticia contigo, si tan contenta me puse?
Pues porque desde febrero mi vida es un no parar, y no he
encontrado un hueco para venir a compartir las buenas noticias que se
han ido sucediendo. De hecho, no debería estar escribiendo esto
ahora mismo. Le estoy robando una tarde a mi trabajo de correctora, y
mi intención era no actualizar el blog hasta que hubiera terminado
de vaciar mi carpeta de asuntos pendientes (Sí, sé que quedó vacía
a finales de febrero, pero se ha vuelto a llenar de encargos, qué
quieres, me gusta corregir y no sé decir que no a según qué
propuestas, je). Pero se me acumulan las noticias, así que hoy hago
un alto, dejo descansar los rotus de colores y vengo a contártelas.
Iré por orden
cronológico. Que voy dejando pasar los días sin pasar por aquí,
pero me voy guardando los enlaces de todo lo que te quiero enseñar.
Marzo trajo una nueva reseña. Esta vez, de la misma antología
de la que te hablaba hace un ratito. Vampiralia fue a parar a
la mesa de autopsias del Doctor Motosierra y... salió muy bien
parada.
Dice de ella el Doctor
Motosierra: VAMPIRALIA
es un buen ejemplo de lo que las historias de vampiros han podido dar
a lo largo de todo este tiempo entre páginas y páginas de relatos,
desde el elegante conde Drácula hasta las infernales criaturas de
THE STRAIN. Una antología donde se muestra una gran variedad de
escenas, criaturas, personaje, situaciones... y calidad.
O,
al menos, salió bien parada en general. Parece que mi relato no
acabó de convencerle. Esto fue lo que opinó de él:
“No
Me Dejes”, de Bea
Magaña me hace tener sentimientos encontrados. Por un lado la
historia en sí resulta interesante, sobre todo en lo que se refiere
a mostrar que un vampiro no solo puede succionarte la sangre para
arrebatarte poco a poco la vida. No obstante la elección del
escenario hace pensar que la originalidad no ha sido el punto fuerte
del relato. Una pena, porque si se hubiera elegido un telón de fondo
propio, hubiera ganado mucho.
Bueno,
yo le diría al Doctor Motosierra que, precisamente, no buscaba
originalidad cuando escribí este relato, que es mi humilde homenaje
a El
misterio de Salem's Lot,
de Stephen King. Si no vio mi intento de escribir una especie de
fan-fic o si lo obvió, centrado más en lo que le contaba que en el
motivo por el que lo que le contaba transcurría en ese escenario, no
puedo saberlo. Él mismo reconoce que le da más valor a la
originalidad que a la calidad literaria, así que me tomo la crítica
como un halago, ya que dijo que le resultó interesante, y dejo el
resto a la opinión de otros lectores que quizás si lleguen a
entender el homenaje que pretendí hacer al escribir este relato, del
que me siento muy orgullosa.
Huelga
decir que tampoco vine a enseñarte esta reseña en su momento
porque, como ya te he dicho, mi vida ha sido un no parar.
Ya sabes que hasta hace
muy poco me he dedicado a corregir sin cobrar. Hay quien piensa que
soy boba, que he estado perdiendo el tiempo, que me habría salido
más a cuenta escribir mis propias novelas que dedicarle mis
esfuerzos a las de otros, que a este ritmo me voy a quedar sentada
frente a la pantalla del ordenador viendo cómo todo el mundo publica
menos yo, que por mucho que me guste ayudar y que disfrute
corrigiendo no debo olvidar que cada corrección es trabajo y que el
trabajo debe cobrarse... Lo cierto es que a) No me sentía preparada
para enfrentarme a la hoja en blanco, y corregir ha sido una forma de
no perder el tiempo ni el ritmo de trabajo; y b) Cuando no tienes un
título que te acredite como profesional de algo, la única forma de
darte a conocer, hacerte un nombre y ganarte cierto reconocimiento es
trabajar gratis, hacer que tu trabajo sea tu tarjeta de presentación,
hasta que se convierta en tu carta de recomendación y tu nombre sea
tan válido como ese título que no posees. Tres años corrigiendo
sin cobrar, varias decenas de novelas y una docena de antologías me
han otorgado el derecho a exigir una compensación por mi trabajo.
Además, ahora que puedo volver a escribir (milagro que se ha obrado
reto a reto, relato a relato) y que me siento preparada para
enfrentarme a mis propias novelas, no tengo inconveniente en guardar
los rotus y colgar el supertraje de correctora. He cumplido mis
promesas, y no todos los autores a los que he ayudado pueden decir lo
mismo.
Tomé una decisión. No
más correcciones altruistas. Si alguien quería mi ayuda, le daría
un precio. Y si nadie estaba dispuesto a pagarlo (cabía esa
posibilidad, ya te digo que hay autores a los que al parecer les
cuesta pagar en especias; porque mi precio era un libro dedicado, el
mismo libro que había pasado por mis manos, una vez que hubiera sido
publicado, y todavía hay huecos en mi estantería esperando a mis
sobrinitos literarios, aunque lo cierto es que ya ni los espero)
dedicaría mi tiempo a escribir. De ambas formas, salía ganando, ¿no
crees?
Pues basta que me decida
a decir NO para que me lleguen nuevas propuestas. Y el mes de marzo
ha sido un corregir sin parar. A las antologías de La Pastilla
Roja Ediciones (visita la web para conocer los títulos publicados) se han sumado las publicaciones de Dissident
Tales Editorial S.C. (visita la web para ver su catálogo), numerosos relatos sueltos, una antología
de la que no puedo hablar todavía y dos encargos de particulares. Y
cada vez que vacío mi carpeta de encargos (le he cambiado el nombre,
ya no son pendientes, ésa la borré en febrero) recibo un nuevo
texto para corregir. Sí, feliz como yo sola, pero desconectada del
mundo para entregar a tiempo y sin un minuto para actualizar el blog
o para escribir alguno de los retos que todavía tengo pendientes.
Pero Sípuedo se ha
convertido en mi consigna, y entregaré mis relatos dentro del plazo
como que me llamo Bea. Ya lo verás. Vendré a contártelo. Aunque
venga con dos semanas de retraso.
La noticia de marzo fue
el lanzamiento de una nueva antología
bajo el sello de La Pastilla Azul: MASCOTAS, en la que
repito como correctora y participo también como autora con un relato
titulado “Urd” (que, en la
mitología nórdica, es una de las nornas que tejen el destino de
todos los mortales. Por si eso te da una idea de qué clase de
bichito adorable es el que he elegido para esta ocasión).
SINOPSIS
Todos hemos tenido mascotas. Quien más o quien menos un perro, un gato, un canario… También están aquellos a los que les atraen más los animales exóticos: iguanas, boas, tarántulas… Pero nadie piensa que esa mascota que tienes en casa, ese animal que te divierte, que te ayuda a pasar el rato, a no sentirte solo, a ser el recipiente del cariño que te sobra; ese animal, en definitiva, que es tu amigo, puede convertirse en tu peor pesadilla, arruinar la vida de los que quieres e, incluso, arrebatarte la tuya. Si lees este libro y eres de los que tiene mascota, nunca volverás a mirarla con los mismos ojos, ni dormirás tranquilo sabiendo que ella te observa.
Ficha
técnica
Título: Mascotas.
Antología VVAA
Páginas: 278
páginas
Idioma: Español
ISBN-10: 1508558086
ISBN-13: 978-1508558088
Edita
La Pastilla Azul (La Pastilla Roja Ediciones), de Athman M. Charles.
Coordinada por David Rozas, con portada de Néstor Allende,
maquetación de William E. Fleming y corrección de Bea Magaña.
Incluye
los siguientes relatos:
1- Arrakis, de Ana Vivancos.
2-
Nocte, de Lorena Gil Rey.
3- Manolito (tú me has matado), de
David Rozas Genzor.
4- Los huevos de Catalina, de José Manuel
Durán.
5- El gato tigre, de Sergio R. Alarte.
6- Cuando las
aves cantan, de Marina Dal Molin.
7- Pwottohtoh (o como cojones se
diga), de Néstor Allende.
8- Nueces, de Rain Cross.
9- El
pollito Pío, de Judith Bosch.
10- Cotton, de Ricardo
Plantagenet.
11- Urd, de Bea Magaña.
12- Rufus, de Daniel
Gutiérrez.
Mascotas
es la primera publicación en la que aparezco este año. No será
la única que verá la luz en 2015.
Y hablando de
publicaciones, también te traigo el enlace en el que puedes
descargarte (gratis en Lektu, mediante pago social) el número 6 de
Dissident Tales, la Revista, recién salida del horno, en la
que vas a encontrar un montón de cositas interesantes y molonas... y
una entrevista muy especial que no deberías dejar de leer ;)
Las
secciones fijas:
EL
BESTIARIO DE Mr. LINDEM a cargo de Rafael Lindem.
LA CUEVA
DEL ILUSTRADOR: Javi Hernández / Teresa del Río /
Verónica
Leonetti / Jordi Ponce Pérez /
Ángela
F.Ayensa.
EL SERIAL DE CHABI: Tambores de
Chabi Angulo.
D.T COMICS de Raúl Orte
AL OTRO
LADO DEL ESPEJO con el señor Emilio J. Bernal.
EL RINCÓN
DEL FRIKING, del infatigable Tony Jiménez.
POESÍA
DISIDENTE: Fernando López Guisado.
EL
CATAS PREGUNTA: Entrevista a Bea Magaña a cargo de
Catástrofe.
EL
CINEPÁTICO DEL CIFU con Victor Cifu.
SERIAL KILLERS de
Beatriz T. Sánchez.
Reseñas literarias:
Esteban Dilo con Esta noche conectaremos con el infierno.
Jorge Herrero con Pesadillas de sangre.
Artículos:
EL
HOBBIT - LA BATALLA DE LOS CINCO EJÉRCITOS, Sergio González
Guindero.
ESTAMOS JODIDOS, David Hidalgo.
EDUCACIÓN
MALDITA, BENDITA EDUCACIÓN, Toño Diez.
CLICHÉS Y
LITERATURA DE TERROR, Elvira Torres.
LOVECRAFT Y SUS AMIGOS,
Víctor Ramón Beltrán.
Como
ves, paso poco por mi rinconcito de la blogosfera, y actualizo de
uvas a peras, pero no dirás que no te traigo un montón de novedades
cuando por fin lo hago, ¿eh?
Y
ahora me voy a seguir corrigiendo. Que toda corrección que vaya a
cobrar tiene prioridad. ;)