Cuando tenía quince años y estaba escribiendo mi segunda novela, cierta persona vino a burlarse de mi afición y a tratar de desmotivarme.
—Para escribir hay que ser mayor — me dijo—. No puedes escribir sobre los sentimientos si nunca has tenido una relación, ni describir ciudades en las que nunca has estado, no puedes inventarte lo que nunca has vivido.
Esa persona no había leído más de tres libros en toda su vida, creo. Pero a los quince años yo ya había leído muchos: cuentos para niños y novelas para jóvenes, best-sellers, biografías, poesía, obras de teatro, y a los clásicos, todo lo que caía en mis manos, incluso libros que no debería haber cogido de la estantería de mis abuelos, porque no eran para una niña de mi edad. Pronto descubrí que a través de los libros puedes ver, sentir, vivir todo lo que seguramente no conocerás a lo largo de tu vida, o lo que tardarás en conocer.
Un libro bien escrito es tu mejor maestro. Una historia bien descrita es mejor que un millar de fotografías. Unos personajes bien desarrollados se convierten en tus mejores amigos o en tus más odiados enemigos. La palabra tiene un gran poder.
A los quince años no vas a escribir un best-seller, ni una gran obra reflexiva y profunda, como mucho puedes conseguir una historia entretenida, incluso una historia con moraleja. Pero si logras que tu novela tenga las partes bien definidas y desarrolladas, que la trama sea interesante y la prosa enganche, que no queden hilos sueltos al final y que las dos o tres personas que vayan a leerla se emocionen, entonces puedes sentirte orgulloso, porque habrás conseguido lo que muchos escritores superventas no son capaces de hacer, aunque sus nombres sean más que conocidos y el tuyo no lo haya oído nadie jamás.
Si, además, a esa edad ya eres capaz de escribir sin faltas de ortografía, de puntuar correctamente y no repetir palabras ni conceptos, entonces no hay dudas: naciste para ser escritor. Y cuentas con una de las más importantes claves del éxito, créeme.
Escribo novela desde los doce años. He probado con la poesía, y con el relato corto, pero no son lo mío: por un lado, me cuesta muchísimo resumir; por otro, a mi Musa no le gusta que le ponga límites. Cada una de mis ideas podría explicarse en una docena de páginas, pero todas ellas acaban convirtiéndose en novelas largas. Escribo por instinto, casi de manera automática. Reviso mis novelas para buscar incoherencias en la historia, pero no necesito corregirlas, dejé de cometer faltas ortográficas a los diez años (la última palabra que se me resistió fue exagerar, que me empeñaba en escribirla con hache porque me parecía que de ese modo era más contundente). Cuando leo una novela que no es mía, la corrijo por inercia, no puedo evitarlo, me duelen los ojos cuando me encuentro un texto impreso con errores gramaticales. Opino que todo escritor que se jacte de serlo debería cuidar tanto su prosa y su estilo como su presentación.
Si hubiera podido estudiar una carrera, habría escogido Filología. Ahora tendría un título universitario, y podría trabajar como correctora. Pero no pude estudiar en la universidad. Así que corrijo por hobby, sin cobrar por mi trabajo, no acepto encargos y cuando decido corregir una novela no permito que me pongan plazos. Tengo un trabajo que consume la mayor parte de mi tiempo, y mis propias novelas que escribir, no puedo dedicarme a la corrección, lo hago en mis ratos libres, y lo disfruto mucho. Ahora mismo hay una docena de novelas publicadas que han pasado por mis manos. Me siento orgullosa cuando veo mi nombre en la página de agradecimientos. Me siento honrada cuando los autores que me han confiado sus trabajos dicen que soy la mejor, Bea la supercorrectora.
Soy una lectora muy exigente. Insisto mucho en el tema de la presentación, de las faltas, de los acentos y la puntuación. Puede que llegues a leer alguna de mis novelas y pienses "pues vaya mierda de historia", porque no a todo el mundo le gusta la Fantasía Épica, o el romance, o el terror. Yo misma tengo mis preferencias en cuanto a géneros. Pero mi prosa no te dejará indiferente, y tendrás que admitir que escribo con total corrección. Si eres lector, lo agradecerás. Si eres escritor, espero que te fijes en ello y comprendas la importancia de escribir bien. Una buena historia deja de serlo si está mal contada y mal escrita, del mismo modo que una prosa impecable no mejora una mala historia.
Te hablaré de las novelas que he corregido. De las novelas que no he podido terminar de leer, bien porque la historia era totalmente inverosímil o incoherente, bien porque la prosa era tan chapucera que me sangraban los ojos y se me retorcían las tripas. Podemos hablar acerca de las claves del éxito, si quieres. No me juzgues porque no tenga ninguna novela publicada; jamás me han rechazado un manuscrito, porque nunca he enviado ninguno. Siempre he escrito por placer y por necesidad, para mí y para mis amigos más cercanos; y aunque mi sueño desde niña ha sido publicar y vivir de lo que escribo, hasta hace un par de años no me sentía preparada para asomarme al mundo y decir en voz alta que soy escritora, y mostrar mi trabajo. Ahora ya lo estoy. Ahora puedo hablar de mi experiencia, y de lo mucho que todavía me queda por aprender, especialmente del mundo editorial.
Tengo muchas cosas que contarte, tantas, que no sé por dónde empezar. Así que dejaré que mi Musa me guíe, como siempre. Ella sabe cómo poner por escrito lo que pienso y lo que siento.
También puedes aportar tu granito de arena. Si quieres dar tu punto de vista sobre un tema relacionado con la escritura o con la publicación, ponte en contacto conmigo a través de mi mail, que verás en el lateral de este blog, y colgaré tu artículo o tu reflexión. Trabajemos juntos. La colaboración entre autores es otra de las claves del éxito.
Yo colaboro con Bea, y tu?
ResponderEliminarGracias, grandote 8)
EliminarYo no lo hago, de momento, pero es justamente lo que buscaba, teniendo en cuenta que no pienso abrir un blog personal. Sin embargo, eso sí, soy de las tímidas. De momento te felicito por la entrada, espero ver publicadas tus obras y te avisaré en cuanto ganaré fuerzas para abrir la boca. Abrazos, Bea
ResponderEliminarHaimi, cuando te sientas preparada para escribir un artículo, un relato, una recomendación, una opinión, o lo que quieras compartir conmigo y con mis compañeros de viaje, ponte en contacto conmigo, eres muy bienvenida. Sé lo que es la timidez, yo misma he tardado demasiado tiempo en desterrarla, pues no conduce a ninguna parte, y mucho menos a la consecución de nuestras metas. Así que sin prisas, sin agobios, sin forzarte, todo ocurre cuando es su momento, esto es, cuando nos sentimos preparados. Soy una persona muy paciente 8)
EliminarGracias por comentar y por tu apoyo. Abrazos!!
Ya sabes que puedes contar conmigo ♥
ResponderEliminarLo sé, hermanita <3
EliminarQue lástima que la mayoría de lectores no quieran, sepan o puedan apreciar lo que es una historia bien escrita... Eso da lugar a muchas novelas publicadas que, literariamente hablando, no valen el papel que ocupan y que podrían valerlo si el editor/corrector se hubiera tomado la molestia de mimar bien esa novela. También el escritor tiene su parte de responsabilidad en esto. ¿Cuántas veces tenemos que leer a escritores que empiezan que ellos no tienen que escribir correctamente porque para eso están los correctores?
ResponderEliminarEs casi imposible escribir sin errores, pues siempre se escapa algo, pero los escritores debemos esforzarnos por mejorar. A mí me gusta entregar mi trabajo a los editores lo mejor que puedo.
Un saludo.
Dani, no creo que sea casi imposible escribir sin errores. Cierto que siempre se nos escapa algo (intenta teclear con un gato acomodado en tu regazo), pero cuando releemos lo que hemos esrito debemos ser capaces de ver esos lapsus. Si no lo hacemos, es porque hemos releído con prisas. Y las prisas no son nada buenas. Luego vienen las críticas negativas y el llorar porque no nos toman en serio. ¿Cómo van a hacerlo, si nosotros mismos no hemos puesto todo el cuidado y el mimo posible a nuestro trabajo?
EliminarQue sí, que los correctores también tienen que comer. Pero no es necesario que reescriban nuestras novelas. Que son correctores, no escritores. Bueno, ésa es mi forma de pensar.
Gracias por venir y por comentar, compañero. Un abrazo 8)
Ahora que he chafardeado un poco por tu universo la siguiente fase es leer alguna de tus obras. Éxitos!. Tengo tu nombre en la cabeza, desde luego.
ResponderEliminarGracias, Lluís. Espero que te resulte interesante lo que vayas descubriendo. Si quieres leer algo más que mis desvaríos puedes ir a mi otro blog o a Wattpad, en ambos sitios verás muestras de lo que hago.
EliminarAcepto opiniones y críticas. 8)
Saludos!!!
Si han leído alguno de tus post, ya se habrán dado cuenta de que tu prosa es exquisita, perfecta; y si aún no se han dado cuenta, que empiecen.
ResponderEliminarYo colaboro contigo, dragona, no lo dudes. Y disculpa por la tardanza...me perdí en el camino ^^
No te perdiste, espíritu afín, que ya sé que estuviste visitando Thèramon. 8)
EliminarMe dijiste: trabaja y sorpréndenos, Bea. Y eso es lo que estoy haciendo. ¿Recuerdas lo que hablamos? Pues éste es el lugar. Toda opinión es bienvenida. Y tú tienes mucho que ofrecer como escritora y como lectora. Ya sabes dónde encontrarme 8)
Besos, cariño <3
Puedes contar con mi barba para lo que necesites.
ResponderEliminarCuento con tu cerebro, hermano menor. Dentro de poco vas a tener mucho que decir sobre publicación y otras cosillas 8) Quizás entonces quieras escribir un artículo para mí.
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